Comenzaré con aclarar que el uso de los inhibidores de señal está restringido en el país. Aunque su compra y venta no está prohibida, no pueden ser usados indiscriminadamente sin permiso del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones. Sin embargo, existen algunos sitios autorizados en Bogotá para utilizarlos como las cárceles La Modelo y Picota.
En consecuencia, en defensa de la calidad de las telecomunicaciones desde finales del mes de octubre la ANE (Agencia Nacional del Espectro) entidad encargada de la vigilancia y control del espectro, comenzó a sancionar a quienes tuvieran bloqueadores de señal de distinto alcance y hasta ha decomisado los aparatos.
Ya existe una aplicación para teléfonos inteligentes y un portal web (calidadcelular.co), que le permite reportar la calidad de los servicios según su zona geográfica, y en el cual puede comparar los servicios de telefonía por operadores y ver variables como la velocidad de sus datos móviles y la cobertura de los servicios. Este recurso además, constituye la fuente de información que permite hacer la devolución mensual de minutos que dispuso la Comisión de Regulación de Comunicaciones. Participando con esta aplicación podemos ayudar a que mejore la calidad del servicio y estar informando constantemente al gobierno.
Pero los problemas de conexión en la telefonía y la intermitencia del servicio no son solo consecuencia de los bloqueadores de señal sino que radican en un déficit de antenas de telecomunicaciones que es de aproximadamente 7.000 antenas según ha afirmado en varias ocasiones el ministro Luna, y hasta no ponerlas a funcionar, el servicio carecerá de calidad. Eso sí, deberán atenerse a las condiciones que reglamenta todo lo relativo a su instalación.
La consolidación de infraestructura de telecomunicaciones es un aspecto contemplado en el plan Vive Digital del ministerio TIC; sin embargo, en varias zonas del país, debido a los rumores de las consecuencias nocivas para la salud que produciría el funcionamiento de las antenas, los alcaldes y gobernadores han estado difíciles de convencer en el tema de la instalación. Se debe recordar que estos rumores fueron desmentidos por la Organización Mundial de la Salud, OMS.
Sin embargo, en entrevista con El Tiempo, el ministro de las TIC aseguró que el gobierno ya ha tomado cartas en el asunto, y ante la apremiante necesidad de despliegue de infraestructura en el territorio nacional, dictó un plazo máximo de dos meses a los alcaldes y gobernadores para contestar los requerimientos de instalación de antenas o infraestructura, si este se vence, se dará por positiva la respuesta (el efecto de silencio administrativo positivo) y en caso de que sea negativa su respuesta deberán justificar su contestación.
También, existe inconformidad por la contaminación visual que producen las antenas de telecomunicaciones en las edificaciones. Respecto a esto, sí es posible implementar una reglamentación más exigente para su mimetización. De todas formas, para lograr un mayor desarrollo social y productivo será necesario sumergirnos en la sociedad mundial de la información actual del todo, con el objetivo de aprovechar las diversas herramientas que están facilitando la vida y el trabajo en el mundo entero.
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Por: Andrea Ospina, Comunicadora Social y Periodista.
@andosp12
Noviembre de 2015