Actualmente, la interacción digital en la web y en las redes sociales, permite formas colaborativas de trabajar que se han aplicado a los procesos educativos, en busca de lograr impactos positivos en la formación de niños, adolescentes e incluso adultos.
Con esto como ventaja, el Consejo Metropolitano de Bibliotecas de Nueva York ha desarrollado varias ideas con el fin de transformar el rol tradicional de las bibliotecas, para hacerlas más útiles a las necesidades de las comunidades de hoy, según explicó su director Nate Hill, en la conferencia inaugural sobre ciudadanía digital de la III Semana del Libro Digital.
Su iniciativa es innovadora y sencilla: por medio del uso de software libre, plataformas de creación colectiva y datos abiertos enlazados, quieren brindar a los ciudadanos nuevos espacios de participación, de manera que ayuden a las instituciones a brindar servicios realmente útiles y construir prototipos de servicios y productos en conjunto con las personas.
Con estas herramientas de las tecnologías de la información y las comunicaciones, le están apuntando a ser verdaderos reflejos de las comunidades locales y servirles en sus intereses y necesidades. Además, “el uso de las TIC, del internet, y la hiperconexión entre los miembros de una sociedad son rasgos comunes de los ciudadanos, ahora más digitales, para aprovechar”, afirmó Hill.
Un ejemplo de estos esfuerzos que están emprendiendo en el sendero educativo, es el proyecto ‘The 4th Floor’, el cuarto piso, de la biblioteca de Chatanooga, en el estado de Tennessee, que busca más que el consumo de conocimiento, su intercambio. A su vez, bibliotecas de Nueva York están creando laboratorios públicos, que le permiten a la gente participar, a través de la integración de grupos según temas de interés, haciéndolos interactuar con el material bibliográfico y de manera simultánea ir adquiriendo más conocimiento sobre el manejo de las herramientas que la biblioteca dispone.
De este aprovechamiento de las TIC que se ha hecho en Estados Unidos podemos aprender los colombianos. En parte, el gobierno a través del Ministerio de Cultura ya ha dado pasos significativos en este sentido; con su programa de leer es mi cuento, y las iniciativas del Proyecto de Uso y apropiación de TIC en Bibliotecas Públicas que convocó el mes pasado a jóvenes estudiantes a aprender a programar en las bibliotecas. Sin embargo, las plataformas de trabajo colaborativo a favor de las comunidades locales ayudarían a empoderar a los ciudadanos con las TIC y a capitalizar el conocimiento ancestral de tan diversas culturas en el país.
Sumado a ello, se puede aplicar otro consejo vital de Hill: “fomentar espacios de encuentro, incluso en lugares externos a ellas, para involucrarlas en la dinámica formativa y cultural a través de las TIC y hacer un gran trabajo en equipo con las personas”.
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Por: Andrea Ospina, Comunicadora Social y Periodista.
@andosp12
Noviembre de 2015