“Uno de los pasos indispensables en la estructuración de una idea de negocio, es el dimensionamiento y evaluación de los temas legales que corresponden en general y de manera específica al mercado en el cual nos ubicamos”.
Es importante recordar que somos emprendedores mientras nos dedicamos al desarrollo, estructuración y construcción del negocio pero al formalizar nuestra empresa, inscribiéndola en la Cámara de Comercio, nuestro estatus muta de emprendedores a empresarios y con esto vienen las responsabilidades propias del comerciante.
Somos emprendedores hasta cuando formalizamos nuestra empresa, a partir de allí, somos comerciantes y tenemos responsabilidades
Pasar del papel a la realidad puede resultar sencillo siempre que evitemos cometer errores comunes, por eso hemos hecho un recuento de los puntos legales básicos a tener en cuenta al momento de formalizar y hacer realidad tu modelo de negocio.
En primer lugar, ten en cuenta la regulación propia del mercado en el cual se desarrolla o desarrollará tu idea en el futuro. Hay mercados regulados de manera detallada por la normatividad colombiana como por ejemplo: el transporte, la mensajería y la salud; hay otros con un rango de acción un poco más abierto, en donde las ideas surgen y fluyen de manera menos limitada. De igual forma hay profesiones reguladas cuyo ejercicio se somete a reglamentaciones como el derecho, la medicina, la contaduría, los avaluadores, etc., en dónde cada uno cuenta con su propia norma y código de conducta. Otras son un poco más flexibles en lo que se refiere a su ejercicio.
Los productos y servicios a ofertar dentro de mercados y profesiones reguladas deben ser evaluados para el dimensionamiento del modelo de negocio
Los productos y servicios a ofertar dentro de mercados y profesiones reguladas deben ser evaluados para el dimensionamiento del modelo de negocio, para el conocimiento claro de las limitaciones que impone la normatividad colombiana en las actividades que se desarrollan, así como, para conocer los requisitos del ejercicio de actividades que se encuentran enmarcadas o que pudieran considerarse enmarcadas en estos mercados.
En segundo lugar, debes evaluar las consecuencias de la disrupción que puede generar tu idea de negocio en la práctica, a nivel de derecho de la competencia y en otras áreas del derecho como la propiedad intelectual. Evaluar nuestro modelo de negocio y visualizar su desarrollo en el futuro próximo no es solo una cuestión de sueños e ilusiones, es un deber del emprendedor y empresario hacer el ejercicio de dimensionar las consecuencias de una disrupción en el mercado y las debilidades o fortalezas legales que se tienen frente a posibles competidores, así como, la respuesta legal que se tendrá frente a eventualidades propias del desarrollo de la idea.
Evaluar nuestro modelo de negocio y visualizar su desarrollo en el futuro próximo no es solo una cuestión de sueños e ilusiones, es un deber del emprendedor
En tercer lugar, la creación de una empresa con base en una idea de negocio presupone de forma indispensable, el estudio de las cargas tributarias que se deben asumir con el ejercicio de las actividades. El hecho de que exista una norma legal que exime de impuesto a la renta a los emprendedores por los primeros años de la empresa, no significa que no se tengan obligaciones tributarias por atender u obligaciones correlativas a dicha exención, para mantener las ventajas de la norma. De igual manera, se debe tener en cuenta que la exención es limitada en el tiempo y como empresarios nos veremos enfrentados, tarde o temprano, a la asunción de las cargas tributarias de manera completa, regular y corriente en las mismas condiciones que las demás empresas y para esto, debemos estar preparados.
El hecho de que exista una norma legal que exime de impuesto a la renta a los emprendedores por los primeros años de la empresa, no significa que no se tengan obligaciones tributarias por atender
Adicionalmente, la estructuración juiciosa del negocio incluye la revisión de la forma en la que se llevarán a cabo los negocios: el tipo de actividades que se registrarán ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, el tipo de contrato que se utilizará, la forma en la que se facturará y las variables a poner en práctica por la asunción de riesgos de cartera ante la falta de pago de alguno de los clientes.
Por último, todo este trabajo de estructuración no estaría completo si no protegiéramos nuestra idea. Proteger nuestra idea de negocio frente a la contratación de personal, la administración de los clientes, la transmisión de nuestra visión, objetivos y saber hacer al personal, requiere de prudencia básica para evitar que nuestra futura competencia sea una persona inescrupulosa que sin mayor esfuerzo tomó nuestras ideas y las puso en práctica. Por esto es importante tener estructurados los procesos, relacionados con nuestros acuerdos de confidencialidad, manejo de información reservada, secretos comerciales, patentes, etc.
Se requiere prudencia básica para evitar que nuestra futura competencia sea una persona inescrupulosa que sin mayor esfuerzo tomó nuestras ideas y las puso en práctica
El día a día de las relaciones comerciales nos dará la experiencia para el manejo de estos temas, sin embargo no debemos descuidar dentro de nuestra planeación, el estudio de temas básicos que nos ayuden a tener un panorama más claro de nuestras responsabilidades con el fin de poder administrar mejor nuestros recursos y planear nuestro crecimiento.
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Por: Natalia Ospina Díaz, Abogada de Derecho Informático y Nuevas Tecnologías.
Artículo Original escrito como contribución del autor para el portal http://www.idx.com.co en https://goo.gl/AO0150