La tecnología tiene la capacidad de reducir la desigualdad y mejorar el ingreso per cápita de las personas, las instituciones deben apropiarla como herramienta transversal al servicio de la productividad, la innovación y en beneficio de los ciudadanos y consumidores. Por esta razón, hace un mes celebramos la iniciativa del Gobierno Nacional en cuanto a la creación del Viceministerio de Economía Digital como parte del MINTIC.
Consciente de los cambios que se avecinan, el MINTIC no ha sido indiferente a la nueva economía y ha venido haciendo los ajustes pertinentes en los planes de acción, sin embargo, específicamente tenemos tres aspectos en los que la regulación no esta ajustada y la falta de definición normativa requiere atención, colaboración, entendimiento, apropiación y coordinación por parte de todas las entidades del gobierno que de manera directa o indirecta resulten involucradas.
En primer lugar, la Neutralidad tecnológica. Este tema tiene una reglamentación pobre en nuestro país, su consagración es tan incipiente que estuvo en peligro de desaparecer con la expedición del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 y esto pasó desapercibido en la opinión pública. El principio de la neutralidad de la red podría considerarse uno de los más importantes en las democracias contemporáneas en tanto una de sus tareas es preservar la igualdad y el equilibrio de mercados digitales en beneficio de la sana competencia.
El principio de la neutralidad de la red es uno de los más importantes en las democracias contemporáneas
En Colombia, la regulación completa y detallada de este tema es necesaria y la CRC ha venido marcando avances, sin embargo, la intensión de unos pocos de preservar o proteger mercados tradicionales que se niegan a enfrentar la transformación tecnológica y sus efectos, y el bloqueo de la innovación por medio de microregulaciones, definitivamente van en contravía del entendimiento internacional que se tiene del principio de neutralidad de la red y ha afectado la competencia en detrimento de los consumidores.
Ejemplo claro de lo anterior es la poca relevancia, tratamiento o atención que ha recibido el tema de zero rating en Colombia en el que los operadores de telecomunicaciones ofrecen acceso gratuito a la red por uso de aplicaciones específicas. Economías más maduras no han aceptado el modelo, India decidió que era anticompetitivo, la UE a través del reglamento de neutralidad no protegió la figura y Estados Unidos no tiene aún un pronunciamiento oficial, pero su implementación no ha sido posible ya que jurídicamente se considera que viola el principio de neutralidad de la red.
En segundo lugar, las cargas impositivas. En economías poco maduras, los procesos de implementación de infraestructura tecnológica y desarrollo de habilidades TIC deben ser impulsados por el gobierno por medio de subsidios que permitan lograr el cierre efectivo de la brecha digital. Es por esto que detrás de la política que conforma el plan Vive Digital, está consagrado en el Estatuto Tributario el subsidio o exención de IVA para servicios de internet en estratos 1, 2 y 3 y exención de IVA para computadores y tabletas. Lastimosamente la comisión de expertos para la reforma tributaria ha aconsejado eliminar estas ayudas. Le haremos seguimiento al tema.
Los procesos de implementación de infraestructura tecnológica y desarrollo de habilidades TIC deben ser impulsados por el gobierno por medio de subsidios que permitan lograr el cierre efectivo de la brecha digital.
Por último, el trabajo. Es cierto que Colombia ha hecho un gran esfuerzo y ha mostrado cifras excelentes en materia de teletrabajo y esto nos parece un gran logro, sin embrago, los cambios que ha presentado esta figura en los últimos años hacen pensar seriamente que llegó la hora de considerar legalmente lo que hoy en día se denomina trabajo 3.0 y que incluye modelos flexibles para el empresario, no proteccionistas y que han demostrado en otras legislaciones mover los indicadores de desempleo hacia otros horizontes. Llegó la hora de revisar la ley de teletrabajo expedida en 2008. Esperemos que el observatorio del servicio de empleo llegue pronto a conclusiones contundentes al respecto.
El primer paso es la transformación digital de las empresas a la par del ajuste de las instituciones y el respaldo normativo a estas propuestas.
Neutralidad, impuestos y trabajo, son temas que reflejan problemas normativos en materia TIC en el país, sin embrago, las oportunidades ante el reconocimiento de la existencia y adopción interna de un modelo de economía digital, permiten soñar con la superación de la pobreza digital. A pesar de que los retos son enormes y de que ciertas instituciones tradicionales prefieren luchar por mantenerse antes que unirse a la transformación digital, es hora de enfrentar el reto y apostarle a la nueva economía digital, el primer paso es la transformación digital de las empresas a la par del ajuste de las instituciones y el respaldo normativo a estas propuestas.
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