Las Tecnologías de la Información y la Comunicación son hoy en día un factor de gran importancia dentro del desarrollo de las sociedades. En Colombia, gracias a las múltiples iniciativas en este campo, el sector actualmente representa el 1,19% del PIB.
Según el Índice de densidad digital elaborado por Accenture, una reconocida firma mundial de consultoría, “el aumento del uso de tecnologías digitales podría incrementar en más de 1.250 billones de euros el PIB de las 10 principales economías del mundo”, entre las que se encuentran: China, Estados Unidos, Japón, India, Brasil y Alemania, entre otras.
Estas previsiones no solo muestran la gran injerencia que tienen hoy las TIC dentro de la economía mundial, también evidencian cómo este sector brinda un gran número de oportunidades para desarrollar iniciativas de gran impacto que pueden aportar grandes ingresos al Producto Interno Bruto de una Nación.
Son muchos los elementos que confluyen para que esto sea posible: la transformación digital de las industrias, los nuevos modelos de negocio basados en la nube, cambios en los hábitos de consumo de las personas, mayor accesibilidad a internet, la gran penetración y desarrollo de los dispositivos móviles, entre otros, son factores que han llevado a que las TIC se constituyan como un motor de la economía.
Hoy, hablar de ideas como la economía colaborativa o de redes es habitual, como también lo es el que los modelos de negocio basados en estos conceptos generen mayores ingresos y puestos de trabajo en industrias de gran tradición, que otros que no se han adaptado a la realidad de un mundo conectado y descentralizado.
Debido a esto, y a la apuesta que hace ya varios años hizo el país por las Tecnologías de la Información y la Comunicación, hoy en Colombia se habla de este sector como una importante fuente de desarrollo para la economía, bajo es cual se pueden generar iniciativas de gran impacto que aporten a las cuentas de la nación.
Las TIC como eje de desarrollo en Colombia
Son muchas las iniciativas que se han gestado en torno a las Tecnologías de la Información y la Comunicación para convertirlas en un motor de la economía en el país: desde el objetivo de llevar internet a todos los municipios, hasta la creación de fondos para el fomento del emprendimiento dentro del sector, pasando por programas de capacitación y formación.
Todas estas acciones, se han gestado apoyadas desde diversos sectores de la sociedad, han aportado para que Colombia encuentre un nuevo sector que impulse la economía del país, diversificándose y dependiendo así menos de sectores como el del hidrocarburos, que en los últimos años ha disminuido sus ingresos, y en consecuencia, los de la nación.
En la actualidad, el sector de la industria de la tecnología, entre el que se encuentra el de las TIC, además de contribuir con 1,19 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto, genera cerca de 91.000 empleos, lo cual constituye un aporte importante para la economía nacional.
Debido a esto, y a la creciente importancia e injerencia del sector dentro de las cifras del país, recientemente el Viceministerio TI cambió su denominación para convertirse en el Viceministerio de Economía Digital, lo que más allá del nombre, supone un enfoque distinto, dirigido a la creación de empleo e ingresos, y que muestra la importancia que seguirá teniendo de cara al futuro a la cartera de las TIC.
Dicha importancia está sustentada no solo en el contexto de la economía mundial, sino también en cifras que avalan la apuesta por el sector: de acuerdo a datos entregados por Diego Quintero, la cabeza del “nuevo” Viceministerio, las 5.400 empresas que representan el clúster de la tecnología en el país superaron los 9,6 billones de pesos en ventas el año pasado, números que invitan a crear nuevas oportunidades y a creer en el desarrollo de las TIC.
Los retos del sector
Si bien se han logrado grandes avances dentro del proceso de consolidación y crecimiento de las TIC como un elemento importante dentro de la economía del país, son muchas las barreras que se deben aún superar para que se pueda considerar al sector como un factor de impulso dentro de nuestra sociedad.
Retos como el de la capacitación son de gran importancia; hoy en día existe una brecha amplia entre la mano de obra que requiere la industria y los profesionales que cuentan con una formación idónea para enfrentar con solvencia los requerimientos que el sector plantea, por lo que se hace necesario invertir recursos en la formación de personal que permita altos niveles de competitividad.
En el mismo sentido, la alfabetización entorno a las Tecnologías de la Información y la Comunicación es una tarea vital. No basta con contar con empresas y profesionales que generen productos y servicios dentro de la economía digital; debemos contar con ciudadanos preparados para consumir de forma adecuada lo que la industria ofrece.
Sumados a estos existen otra gran cantidad de retos entorno a las tecnologías y a lo digital, sin embargo, dentro del mundo offline también se deben generar avances significativos para poder alcanzar altos niveles de productividad dentro del sector.
De acuerdo al informe “Dividendos Digitales” del Banco Mundial, es más probable que los países cosechen los beneficios de la economía online si ponen atención tanto en los factores tecnológicos como en los analógicos.
Esta es una afirmación que invita a reflexionar alrededor de temas como las políticas y normas que deben evolucionar para garantizar el desarrollo de la industria de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, más en un momento en que una posible reforma tributaria podría afectar al sector, el cual ha mermado sus niveles de inversión recientemente.
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Por: Luis Daniel Vargas M.
@vamoluda
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