Las Tecnologías de la Información y la Comunicación se van convirtiendo en la punta de lanza de la lucha contra la pobreza y la inequidad en Latinoamérica hacia el futuro.
Tanto la desigualdad como los niveles de pobreza son problemas recurrentes en los países de América Latina, los cuales en la mayoría de los casos, han visto durante décadas cómo, pese a los esfuerzos realizados, los índices en estos aspectos se mantienen en niveles preocupantes.
De acuerdo a cifras del Banco Mundial, quien lleva a cabo esa medición, según el coeficiente Gini, los seis países más desiguales de la región son: Honduras (53,7), Colombia (53,5), Brasil (52,9), Guatemala (52,4), Panamá (51,7) y Chile (50,5); todos con altos índices de pobreza.
Si bien esta situación es atribuible a muchas causas, entre ellas la corrupción, existen otras problemáticas que dificultan el desarrollo de sociedades más igualitarias en nuestra región, como un acceso limitado a la educación, sistemas deficientes para la capacitación, bajas tasas de generación de empleo formal, el estancamiento de la economía, entre otros.
Todas estas causas impactan directamente los índices de desigualdad y de pobreza, además de generar otro tipo de inconvenientes que detienen el desarrollo de nuestras sociedades, motivo por el que los esfuerzos se han centrado durante varios años en atacar estos males sin que los resultados hayan sido los esperados.
Debido a esto y al desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, hoy estos temas han empezado a abordarse de otra manera, vinculando a más actores del sector público y privado entorno a la necesidad de reducir las brechas en la región.
Las crecientes y variadas plataformas educativas a las que puede accederse desde cualquier punto de la geografía, así como la creciente tasa de conectividad en la región (en Colombia, por ejemplo, se pasó de tener 4,3 suscripciones fijas a internet de banda ancha en 2010 a 9,7 en 2014) junto a la imperiosa necesidad de reducir la pobreza, han llevado a las TIC a convertirse en el eje fundamental en la resolución de estas problemáticas.
Alianza TIC 2030 Américas
La Secretaría General de La Organización de los Estados Americanos (OEA), los estados miembros, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), varias compañías relacionadas con el sector de las TIC y ciertas universidades de América, firmaron el pasado junio la Alianza TIC 2030 Américas, una iniciativa que plantea la necesidad de actuar conjuntamente para reducir la pobreza y la desigualdad en la región.
En este sentido, los firmantes reconocen como esencial: “generar espacios de diálogo entre el sector privado, el sector público y los organismos multilaterales para compatibilizar estrategias que permitan acelerar el logro de los objetivos de desarrollo de la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible adoptada por las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015”.
De igual manera, en el marco de la reunión llevada a cabo en Santo Domingo, República Dominicana, los participantes dejaron en claro la importancia que tiene el promover un acceso equitativo a las TIC y al internet de banda ancha de cara al desarrollo social y económico a largo plazo.
Por otra parte, y como elemento fundamental en la vinculación del sector privado en esta iniciativa, se habló de la importancia de un ambiente de negocios que asegure transparencia y seguridad jurídica por medio de un marco regulatorio eficiente y de gobiernos democráticos que garanticen su cumplimiento, lo que a la postre redundará en un mayor número de iniciativas de este tipo.
Bajo esta perspectiva y con las Tecnologías de la Información y la Comunicación como principal aliado, los firmantes de la alianza se plantearon las siguientes metas, todas ellas de gran impacto, con el apoyo del sector privado y educativo:
- Trabajar conjuntamente para contribuir con la meta global de poner en línea a 1.500 millones de personas más para el 2020.
- Asegurar que todas las escuelas públicas de las Américas estén conectadas al internet antes del 2030 y crear contenidos locales relevantes.
- Promover la capacitación digital para contribuir a elevar la calidad de la educación y desarrollar talentos para la nueva economía digital.
- Fortalecer la participación democrática en las Américas a través de las TIC.
Bajo estos cuatros pilares se cimienta la alianza, aspectos que involucran a muchos actores y que pueden llevar a grandes cambios en la región, no solo para resolver los retos existentes, sino en general para la dinámica de la educación, la economía y la democracia.
Debido a esto, ya son varias los proyectos que se han planteado a propósito de esta alianza, en donde cada uno de los actores empezará a aportar en el objetivo de reducir las brechas mediante el uso de las TIC.
Organizaciones como Telefónica, Cisco, América Móvil y Millicom – Tigo Une, ya cuentan dentro de sus proyectos con algunos que buscan la reducción de la pobreza a partir de una mejor educación, capacitación de cara a la consolidación de empleo formal y emprendimiento, entre otros.
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Por: Luis Daniel Vargas M.
@vamoluda
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