En busca de un mejor servicio
Parece repetitivo, pero es que es una realidad: la importancia de las plataformas colaborativas para hacer más fácil la movilidad de los colombianos es un hecho y se necesitan con urgencia.
Un bogotano gasta, en promedio, 97 minutos de su día en un medio de transporte camino a su trabajo o casa. Los trancones interminables y la deficiencia de un sistema integrado de transportes han hecho que las plataformas colaborativas surjan como la solución precisa al problema. (Aquí podrás saber más sobre la importancia de las plataformas colaborativas para solucionar problemas de movilidad)
En medio del debate de si Uber es legal o no, de si Cabify debería operar o no, el Distrito Capital se ha puesto en la tarea de empezar a implementar una aplicación para elevar en algo la calidad de uno de los medios de transporte público más utilizados y criticados de la ciudad: los taxis.
El foco de la discusión con respecto a cómo trabajan los taxis está en la calidad del servicio. Las tarifas elevadas por seguir rutas no recomendadas, la negativa de hacer un recorrido, el trato entre usuarios y conductores son algunos de los problemas más recurrentes.
Según datos de la Secretaría de Movilidad, un 43% de las quejas que llegan a la entidad tienen que ver con cobros injustificados por taxímetros adulterados.
Según Juan Pablo Bocarejo, secretario de Movilidad de Bogotá, el cambio de taxímetros por dispositivos móviles con una aplicación especializada, se venía estudiando desde hace tres años y no se había puesto en marcha por varias razones, una de ellas, la ausencia de una infraestructura técnica que garantizara el correcto funcionamiento de la aplicación.
El gran objetivo de lo que se considera uno de los más ambiciosos cambios en el funcionamiento de los taxis, es subir, cada vez más, el estatus de este servicio. La idea es tener más control sobre las tarifas, así como brindar la facilidad de pago para los usuarios y contar con un control más detallado sobre el conductor: quejas y multas.
Pensándolo en términos de inclusión
La nueva aplicación, que no será única, sino que podrá ser presentada por cada empresa de taxis (y luego será homologada por el Ministerio de Transporte) dará la posibilidad de pagar con tarjeta débito o crédito en caso de que el servicio sea solicitado por algún dispositivo, caso distinto cuando sea tomado en la calle.
La innovación plantea dos grandes retos: cómo empezar a mitigar los posibles problemas por la brecha en términos de penetración tanto de dispositivos móviles como de uso de internet móvil en los ciudadanos y de otro lado, la garantía de seguridad sobre el uso de datos personales de quienes deseen suministrar datos personales de carácter privado como los de las tarjetas de crédito.
Las cifras respaldan la decisión del Distrito: según datos del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Cintel), 50% de los colombianos que tienen un dispositivo móvil con conexión a internet utiliza aplicaciones relacionadas con movilidad.
Al respecto, Mario Castaño, director técnico de Cintel, aseguró al Diario La República que “la tendencia en los consumidores se está moviendo hacia valorar experiencias, más que solamente a adquirir productos”. (Aplicaciones para servicios de transporte son las más utilizadas por los colombianos).
Sin embargo, en términos de cobertura y acceso a este tipo de servicios hay una gran barrera: 67% de los colombianos se conectan a internet varias veces al día gracias a un dispositivo móvil, pero tan solo un 36% tiene la posibilidad de hacerlo de una manera constante.
Esto evidencia la necesidad de pensar que, aunque exista la posibilidad de conectarse por medio de un dispositivo móvil, aún el consumo de datos es bajo. Hay que tener en cuenta además que las redes gratuitas de conexión que hay en la ciudad aún no son suficientes para la demanda. Son 57 los puntos de conexión que hay en Bogotá.
Garantizar su seguridad y la protección de datos
El segundo gran debate se da en términos de protección de datos personales y la garantía sobre el correcto uso de los datos suministrados por los usuarios. Ya se ha planteado en varias ocasiones cuáles deben ser los parámetros en términos de resguardo de información privada y hasta dónde las empresas pueden hacer uso de ciertos datos personales de carácter privado.
La regulación que propone la Ley de Hábeas Data es infranqueable en ese sentido y será la vara por la cual se midan esta y otras aplicaciones que traten datos sensibles de personas.
Sin embargo, el verdadero detalle debe estar en términos de intimidad. Carolina Botero, miembro de la Fundación Karisma, ha asegurado en varias ocasiones que las regulaciones para este tipo de aplicativos deben ir también en términos de respeto a la intimidad. (¿Están protegidos los datos de las personas?)
Esto, por ejemplo, para evitar casos de acoso o uso indebido de la localización de usuarios con miras a ofrecer un servicio sabiendo dónde se encuentran ubicados.
Sumado a esto, para algunos especialistas en el tema, las políticas de protección de datos que tienen estas aplicaciones deben quedar muy claras en términos de hasta qué punto su uso puede ser permitido para otros fines comerciales.
Es decir, es bien distinto que se utilicen datos para saber la ubicación de recogida, para hacer efectivo un pago y para identificar al usuario, a que estos sean utilizados para enviar promociones, ofertas y servicios.
Juan Pablo Bocarejo, secretario de Movilidad, recalcó que el correcto funcionamiento de la aplicación estará garantizado en la medida en que será el Ministerio de Transporte el encargado de garantizar su puesta en marcha y el cumplimiento por todas las exigencias en términos de seguridad transaccional y protección de datos.
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Por: Andrés Sarmiento
Periodista Universidad del Rosario
Imagen: Oliur Rahman on Unsplash