24 de julio de 2015
El reciente boom de las startup ha generado más que suficiente información sobre las dificultades de los trámites legales, las obligaciones fiscales y las cargas laborales que vienen implícitas en la decisión de emprender.
Aunque las dificultades que se enfrentan en la creación de una empresa son literatura necesaria y básica para la proyección de gastos mínimos, el trámite de la constitución de la empresa como tal ya no resulta tan tedioso y complicado como hace unos años. De hecho, resulta tan simple, que siendo abogada puedo decirle que no se moleste en llamar un colega para esto, visite la Cámara de Comercio. Sólo si sus proyecciones e inversiones inmediatas lo requieren, considero que usted podría tener la necesidad de llamar un contador.
Existen tres temas frente a los cuales siempre leo criticas negativas, pero en mi opinión, son puntos estructurales que representan ventajas cuantitativas y cualitativas más altas que los gastos que generan:
El capital empresarial
Existe la falsa noción de que una empresa debe crearse con un capital que parezca “respetable”, de tal forma que sea tenida en cuenta por los clientes y demás empresas de manera seria para el cierre de negocios. En este caso, debo decir que no solo la noción sino la expectativa, resultan falsas.
«…lo único que ahuyenta a los clientes es la falta de calidad de su producto o servicio.»
La noción resulta sin fundamento debido a que usted como emprendedor puede crear una empresa con un capital acorde a su tamaño. Tenga en cuenta que es tan simple crear una empresa, como aumentar su capital acorde a su tasa de crecimiento, sin necesidad de recurrir a triquiñuelas contables que después resulten en un endeudamiento poco manejable que le traiga iliquidez o, en el peor de los casos, que lo lleve dentro de los tres primeros años a hacer parte del promedio de empresas nuevas que se encuentran en causal de disolución por pérdidas.
El capital de su empresa no va a ahuyentar el cliente o empresa que quiera llegar a un acuerdo o contrato con usted, lo único que lo ahuyenta es la falta de calidad de su producto o servicio.
La contratación formal de personal
Supongamos que usted enfrentó el reto de crear su propia empresa y lo superó sin mayor dificultad, dejó de lado los prejuicios del “que dirán” en cuanto a su capital inicial y de manera consciente creó su empresa con un capital con el que realmente cuenta para emprender sus proyectos; pero además, supongamos que sus actividades de marketing fueron suficientemente exitosas y ahora usted se ve enfrentado a la contratación de personal para la ejecución de un contrato, el desarrollo puntual de un proyecto o simplemente, para suplir las necesidades de la venta de su producto en las cantidades acordadas con su cliente.
En este caso, siempre sobran las recomendaciones para el uso del contrato en la modalidad “prestación de servicios”, pero antes de recurrir a dicha modalidad de contratación, por el bien del capital presente y futuro de su empresa, verifique que se dan las condiciones legales para proceder con la firma del contrato y en caso de confirmar dichos supuestos, proceda.
«Las cargas laborales no son un factor que afecte la competitividad empresarial, ayudan a construir un movimiento financiero que posteriormente va a necesitar.»
Si las condiciones que exige la ley no se confirman, debo decirle lo siguiente: “las cargas laborales no son un factor que afecte la competitividad empresarial; al contrario, el uso correcto de las modalidades contractuales y el pago correcto de las mismas, ayuda a consolidar el equipo con el que se emprende, le brinda experiencia en el manejo de personal y le ayuda a construir un movimiento financiero que posteriormente va a necesitar”.
La carga tributaria
De manera independiente a la opinión personal que le merezca el pago de impuestos, si decide emprender, tenga presente que en este medio la legalidad lleva las de ganar. Haga el ejercicio mental y considere el precio de su producto o servicio después de impuestos. En este caso, le recomiendo no hacer una sumatoria básica de los impuestos que le corresponde asumir, ya que esto lo llevará a una cifra “negativa” que erróneamente puede hacerle pensar que no tiene competitividad. En este caso comuníquese con su contador para que le explique cómo operan lo impuestos con sus deducciones y beneficios.
«…si decide emprender, tenga presente que en este medio la legalidad lleva las de ganar.»
Antes de emitir un juicio negativo tenga en cuenta que esto, aunque no parezca, es una cadena de beneficios que puede resultar positiva si lo evalúa de la siguiente manera: sus movimientos financieros constantes lo llevarán al mejoramiento anual de sus estados financieros, recuerde que unos estados financieros con cifras positivas e indicadores equilibrados, lo llevarán a ser competitivo en el sector público, además de beneficiarlo en el mercado financiero crediticio. La competitividad en el sector público le trae negocios a su empresa y la buena reputación financiera, le trae el capital suficiente para soportar dichos negocios.
Tres cosas que, a pesar de producir un gasto, le generan más beneficio del que usted espera; por eso mi consejo es que sea legal.
Si tiene alguna inquietud acerca de este tema u otros similares ingrese a www.abogadotic.co, escríbame al correo [email protected], o contácteme como @NODAbogada en Twitter.